Apóyate en Dios

Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.

Romanos 11:22

Reflexión

Los que permanecen en el amor de Cristo tienen asegurada su amabilidad. Él cuida de sus hijos, las ovejas de su mano. Nunca se desmayarán aquellos a quienes Él concede beber del agua viva. Así que confía en el Señor. Apóyate en Su abundante gracia. Permanece en la vida de Su vid y nunca sentirás la severidad de la mano de Dios.